18 de febrero de 2011. Por NdP
Hoy se estrena Cisne Negro, pelÃcula que está protagonizada por la actriz Natalie Portman, y que es una de las atracciones para la próxima gala de los Oscar. Aquà os dejamos una entrevista en la que habla sobre su experiencia en la pelÃcula y cómo sus conocimientos previos en ballet la han ayudado a desenvolverse.
Esta es la entrevista transcrita, y más abajo puedes ver el vÃdeo de la misma.
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El mundo del ballet es un escenario perfecto para un thriller psicológico, ¿estás de acuerdo?
SÃ, creo que es asÃ, es el escenario perfecto para este tipo de pelÃcula. Es muy poco común y se trata de un mundo muy ligero, bello y delicado por fuera y muy truculento y doloroso en el interior. Tiene una gran dualidad y es un mundo en el que las mujeres son las estrellas, pero también están muy subyugadas a estructuras creadas por los hombres. Hombres que intentan conservar a las mujeres como niñas pequeñas con ese aspecto de muñecas de porcelana.
¿Crees que el público de la pelÃcula se ampliará a aquellos a los que no les gusta el ballet?
SÃ, hay mucha gente que no son fans del ballet pero que en esta pelÃcula se han enamorado, y si el ballet fuese asà siempre irÃan a verlo más veces. Creo que eso se debe en parte a la coreografÃa de Benjamin Millepied, que es muy vibrante y única, y también en parte a la historia de la pelÃcula, que es realmente emocionante y añade muchas sombras a un arte que algunas veces puede ser placentero, pero no tan emocionante.
¿La pelÃcula ha sido tal y como la esperabas en un principio?
Es gracioso, porque hablamos de la pelÃcula hace diez años y el argumento es casi exactamente el mismo que me describieron. Entonces no habÃa guión y él simplemente me describió la historia, pero el tono de la pelÃcula ha sido realmente inesperado, yo pensaba que iba a tener un estilo mucho más documental debido al director y a que obviamente se trata de un género muy estilizado.
¿HabÃa muchas madres con sus hijas jóvenes actrices como en el caso de esta pelÃcula?
SÃ, vi muchas madres en el plató. Creo que es muy raro que las chicas digan simplemente que se van a trabajar, es algo que yo hice personalmente y lo entiendo. No todos los jóvenes que trabajan lo hacen impulsados por sus madres, pero creo que sà hay un montón de jóvenes en el ballet, en la actuación y en otras áreas que lo hacen. Mucha gente está agradecida por ello, ya que en el ballet, si no empiezas cuando tienes tres o cuatro años, nunca serás una estrella y no tendrás la oportunidad si tus padres no te animaron a hacerlo.
Hiciste ballet cuando eras pequeña, cuéntanos algo sobre eso.
SÃ, hice ballet cuando era pequeña hasta los doce o trece años, y después empecé a entrenarme para esta pelÃcula a los veintisiete, asà que ha habido un lapso de quince años. Fue casi como empezar de nuevo, creo que tengo una coordinación relativamente buena y entiendo bien la música, puedo apreciar la música, el ritmo y todo eso. Eso no fue un problema para mÃ, pero sà todo lo demás. Fue muy intenso, hacÃamos entre cinco y ocho horas de ballet al dÃa un año antes de hacer la pelÃcula y fue extremo.
¿Te ayudaron tus estudios de psicologÃa en Harvard a sumergirte en el personaje?
SÃ, de hecho creo que me ayudaron mucho, ha sido uno de los primeros trabajos en el que he tenido que recordar aspectos de mi formación, porque puedes ver de veras la naturaleza obsesivo-compulsiva de los bailarines y sus rituales casi religiosos, como estrenar zapatos nuevos o ir siempre al mismo bar. También están la disociación que ella experimenta cuando se ve a sà misma fuera de su cuerpo, es algo muy común en mujeres maltratadas, se alejan de sà mismas. Ha sido realmente útil.
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VÃdeo de la entrevista
Esta es la entrevista transcrita, y más abajo puedes ver el vÃdeo de la misma.
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El mundo del ballet es un escenario perfecto para un thriller psicológico, ¿estás de acuerdo?
SÃ, creo que es asÃ, es el escenario perfecto para este tipo de pelÃcula. Es muy poco común y se trata de un mundo muy ligero, bello y delicado por fuera y muy truculento y doloroso en el interior. Tiene una gran dualidad y es un mundo en el que las mujeres son las estrellas, pero también están muy subyugadas a estructuras creadas por los hombres. Hombres que intentan conservar a las mujeres como niñas pequeñas con ese aspecto de muñecas de porcelana.
¿Crees que el público de la pelÃcula se ampliará a aquellos a los que no les gusta el ballet?
SÃ, hay mucha gente que no son fans del ballet pero que en esta pelÃcula se han enamorado, y si el ballet fuese asà siempre irÃan a verlo más veces. Creo que eso se debe en parte a la coreografÃa de Benjamin Millepied, que es muy vibrante y única, y también en parte a la historia de la pelÃcula, que es realmente emocionante y añade muchas sombras a un arte que algunas veces puede ser placentero, pero no tan emocionante.
¿La pelÃcula ha sido tal y como la esperabas en un principio?
Es gracioso, porque hablamos de la pelÃcula hace diez años y el argumento es casi exactamente el mismo que me describieron. Entonces no habÃa guión y él simplemente me describió la historia, pero el tono de la pelÃcula ha sido realmente inesperado, yo pensaba que iba a tener un estilo mucho más documental debido al director y a que obviamente se trata de un género muy estilizado.
¿HabÃa muchas madres con sus hijas jóvenes actrices como en el caso de esta pelÃcula?
SÃ, vi muchas madres en el plató. Creo que es muy raro que las chicas digan simplemente que se van a trabajar, es algo que yo hice personalmente y lo entiendo. No todos los jóvenes que trabajan lo hacen impulsados por sus madres, pero creo que sà hay un montón de jóvenes en el ballet, en la actuación y en otras áreas que lo hacen. Mucha gente está agradecida por ello, ya que en el ballet, si no empiezas cuando tienes tres o cuatro años, nunca serás una estrella y no tendrás la oportunidad si tus padres no te animaron a hacerlo.
Hiciste ballet cuando eras pequeña, cuéntanos algo sobre eso.
SÃ, hice ballet cuando era pequeña hasta los doce o trece años, y después empecé a entrenarme para esta pelÃcula a los veintisiete, asà que ha habido un lapso de quince años. Fue casi como empezar de nuevo, creo que tengo una coordinación relativamente buena y entiendo bien la música, puedo apreciar la música, el ritmo y todo eso. Eso no fue un problema para mÃ, pero sà todo lo demás. Fue muy intenso, hacÃamos entre cinco y ocho horas de ballet al dÃa un año antes de hacer la pelÃcula y fue extremo.
¿Te ayudaron tus estudios de psicologÃa en Harvard a sumergirte en el personaje?
SÃ, de hecho creo que me ayudaron mucho, ha sido uno de los primeros trabajos en el que he tenido que recordar aspectos de mi formación, porque puedes ver de veras la naturaleza obsesivo-compulsiva de los bailarines y sus rituales casi religiosos, como estrenar zapatos nuevos o ir siempre al mismo bar. También están la disociación que ella experimenta cuando se ve a sà misma fuera de su cuerpo, es algo muy común en mujeres maltratadas, se alejan de sà mismas. Ha sido realmente útil.
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VÃdeo de la entrevista
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